Poros y puntos negros

Los poros dilatados y los puntos negros son preocupaciones comunes que afectan la textura y apariencia de la piel. Los poros pueden volverse más visibles por exceso de grasa, acumulación de células muertas, envejecimiento o factores genéticos. Los puntos negros, por su parte, se forman cuando el sebo y las impurezas obstruyen el poro y se oxidan al contacto con el aire. Pueden aparecer en cualquier tipo de piel, aunque son más frecuentes en pieles mixtas o grasas. Para tratarlos y prevenir su aparición, se recomienda una limpieza regular con productos que exfolien suavemente, regulen la producción de sebo y mantengan los poros despejados, complementando con ingredientes purificantes e hidratantes para mejorar la textura y el aspecto general de la piel.